La vigilancia de las playas de Baleares se extremará este verano en las horas centrales del día, que son las de mayor afluencia de bañistas y aquellas en que se registran más incidentes graves. Este es uno de los acuerdos que se tomaron en la reunión que la Direcció General d'Emergències del Govern celebró este martes en Inca con otros responsables de la seguridad en las zonas de baño.
La competencia en seguridad en las playas corresponde a los municipios; no obstante, el Govern es la Administración competente en coordinación, inspección y regulación. Después de analizar los datos estadísticos de temporadas anteriores, se convino la necesidad de reforzar la vigilancia específicamente entre las 13 y las 15 horas del mediodía, que son aquellas que acumulan un mayor índice de «incidentes graves».
Otra novedad es la creación de una aplicación (para móviles y páginas web) que permitirá consultar el estado del mar de las 352 playas del Archipiélago de manera rápida. Esta herramienta, que ha desarrollado el Sistema d'Observació i Predicció Costaner de les Illes Balears, «será de gran utilidad para los socorristas y los coordinadores, puesto que podrán evaluar el cierre o apertura de las playas según las predicciones de las condiciones marítimas específicas de cada playa, al tiempo que facilitará la planificación de los medios con tal de mejorar la gestión de los recursos». «Podía ocurrir que en una playa concreta se pusiera la bandera roja y en la de al lado, gestionada por otro municipio, tuvieran una bandera de otro color porque han consultado otra previsión», indica una portavoz de la Conselleria. La tercera y última novedad de este año es la edición de un formulario consensuado de recogida de datos para los accidentes graves. Con ello se pretende obtener un perfil aun más concreto de los afectados para optimizar las actuaciones en 2019.
La temporada de baño de 2017 fue valorada positivamente por las autoridades. Aquel año se registraron 491 incidentes graves, de los que 377 fueron trasladados a centros sanitarios. Fallecieron 16 personas en el agua, y solo 2 sobre la arena. Asimismo, se consiguió recuperar a 38 personas que se habían ahogado. En su día, estas estadísticas fueron celebradas por los responsables de Emergències en el sentido de que mostraban una disminución del número de incidentes y de víctimas y una mayor eficacia.