A la sanción más alta impuesta hasta ahora por la Agència de Defensa del Territori (ADT) por una construcción llevada a cabo sin la pertinente licencia en suelo rústico en Marratxí deberán hacerle frente los propietarios por un lado y la empresa constructora por el otro, con ello, cada parte deberá hacer frente al pago de 703.000 euros de sanción. Además, la ADT obliga a la demolición de las construcciones toda vez que no son legalizables por su volumen.
Las edificaciones ocupan una extensión de 1.200 metros cuadrados divididos en dos plantas de 600 cada una. También se construyó una piscina. La mansión se ubica en unos terrenos de unos 27.000 metros cuadrados de extensión en una zona que está calificada como suelo rústico común, calificación que permite construir, aunque dentro de los límites que la legislación establece para ello.
El expediente por estas infracciones se inició en el año 2015 y desde entonces no hubo ninguna reacción por parte de los propietarios o la constructora. La sanción impuesta comporta un incremento mensual del 10 por ciento si los denunciados no proceden a la demolición. Si acatan la resolución pueden tener una rebaja importante.