El Ajuntament de Calvià no se gastará finalmente 350.000 euros en un parque para aficionados al monopatín. El equipo de gobierno presidido por el alcalde Alfonso Rodríguez Badal (PSOE) ha decidido abortar el proyecto impulsado por sus antiguos socios de Sí Se Puede (SSP), puesto que el mantenimiento de la infraestructura disparaba el coste establecido.
Fuentes del Consistorio calvianer apuntan que el proyecto básico presentado por la empresa adjudicataria de las obras presentaba «carencias importantes» respecto a la gestión y mantenimiento posterior de la infraestructura deportiva. Unas carencias cuyo coste de subsanación incrementaba en más de un 20 por ciento el coste del contrato.
Ante la ausencia del mencionado plan de gestión y el elevado sobrecoste que supondría su creación, el gobierno municipal ha optado reconsiderar el proyecto. Las mismas fuentes consultadas dicen que el Ajuntament no se opone a la futura construcción de un nuevo skatepark en la urbanización de Galatzó, aunque sí deja claro que debe tratarse de un proyecto «redimensionado, coherente con la realidad y que la Administración local pueda gestionarlo».
Una vez anunciada la rescisión del contrato de obras, el Consistorio está negociando de mutuo acuerdo con la empresa adjudicataria el importe de la indemnización que ésta deberá percibir, un montante que podría oscilar entre los 20.000 y los 25.000 euros.