Uno de los dos jóvenes que el pasado 17 de enero resultó herido en la fiesta del Pi de Sant Antoni de Pollença, Alberto Orejuela, será intervenido quirúrgicamente en las próximas semanas a raíz de las lesiones que sufrió cuando el pino se partió en dos.
A mediados de esta semana, Orejuela se encontraba mal: tenía mareos, estaba pálido y le temblaban las manos, confirmó ayer su padre a este periódico. El joven se dirigió entonces al hospital de Muro, donde le hicieron pruebas (TAC, resonancia magnética, etcétera). El jueves, los médicos le diagnosticaron que tenía dos vértebras (cervicales) fracturadas y este viernes recomendaron su traslado a un centro sanitario de Palma para que fuera intervenido. «Le operarán próximamente», explicó su padre, el propietario del bar Poli de Cala Sant Vicenç.
El Pi de Sant Antoni de este año fue uno de los más accidentados que se recuerdan. Tras volcar primero en el cruce de las calles Padró y Horta, hiriendo de levedad a dos agentes de policía, el árbol se partió cuando se maniobraba para entrar en la plaza Vella. Fue en este punto donde Alberto Orejuela y otro joven (su cuñado) se accidentaron: el tronco se les vino encima y les impactó en el rostro.
El Ajuntament de Pollença confirmó anoche que dispone de un seguro de responsabilidad civil para hacerse cargo de los daños y las consecuencias de posibles accidentes. El alcalde Miquel Àngel March manifestó este viernes que estaba al corriente de la intervención de Orejuela y que habla periódicamente con la familia. «Les ofrecemos nuestro apoyo y colaboración en todo», indicó.