La Policía Local de Calvià ha iniciado este martes un recorrido por Calvià para dar a conocer la campaña de fomento de medidas de seguridad en los comercios del municipio.
Cuatro agentes están visitando los establecimientos abiertos en temporada baja Son Ferrer y Palmanova. Seguidamente se divulgará la campaña en los núcleos tradicionales de Calvià y Es Capdellà, y en la zona de Peguera. La Policía Local del término prevé haber atendido todos los comercios abiertos en temporada baja en dos meses.
Los agentes de Calvià informan de la necesidad de tomar medidas de seguridad para preservar sus comercios y el contenido de éstos. Para ello, entregan un folleto editado por el Ajuntament de Calvià donde se explica las pautas que se deben adoptar en el establecimiento, en cuanto a los sistemas de seguridad, los pagos telemáticos y el dinero
en efectivo. Además, se dan algunas indicaciones de qué hacer ante un posible delincuente y los pasos a seguir ante un hecho delictivo.
Por otra parte, desde el Consistorio informan que esta visita a los comercios calvianers permite elaborar un censo actualizado de los establecimientos que cuentan con un sistema capaz de emitir señales acústicas al exterior. Con el oportuno registro municipal y el teléfono de contacto, se establece la localización y las personas de contacto a quien acudir, por cualquier circunstancia, en caso que se dispare la alarma.
La División Comunitaria de la Policía Local de Calvià ha empezado la campaña divulgativa en temporada baja, a fin de avanzar trabajo y poder llegar a todos los establecimientos del municipio lo antes posible. La mayoría de los establecimientos consultados han sufrido hurtos o intentos de hurto. Las zonas de Magaluf y Santa Ponça
son las más afectadas por este tipo de falta durante la temporada alta estival. Los comercios en los que se suelen cometer más sustracciones son los establecimientos pequeños sin sistemas de seguridad o en supermercados. Los hurtos más comunes son de los productos de pequeño tamaño y gran valor, como móviles, perfumes o comida
gourmet. Entre las fórmulas más comunes de hurto está aprovechar un descuido o la confusión de los dependientes, el uso de contenedores forrados de papel de aluminio para evitar alarmas, y cambio de envoltorios o precios.