Algunos vecinos de la calle Solleric de Alaró anunciaron este miércoles que formalizarán en breve un recurso contencioso administrativo para impugnar una orden que dictó el alcalde recientemente y que mandaba asfaltar la calle. Será la segunda vez que el grupo de vecinos impugna judicialmente una resolución administrativa que afecta a la calle en laque residen.
La primera fue en 2017, cuando impugnaron la instalación de unos imbornales. Estas resoluciones, así como las diferencias que el vecindario mantiene con el Consistorio, tienen el origen en el proyecto y los trabajos de urbanización Son Mas, en el otro lado de la calle.
Además de la supuesta ilegalidad de las resoluciones mencionadas, los vecinos señalan que el Ajuntament ha permitido infringir la normativa a la promotora de la urbanización. Creen que hay «connivencia» y se sienten menospreciados por el Consistorio. «Tenemos dudas de si llevarlo a la Fiscalía», dijeron. El alcalde y edil de Urbanisme, Guillem Balboa, negó las acusaciones: «Trabajamos para mejorar la seguridad de los vecinos y para que se cumpla el proyecto de urbanización».