La primera ballada dels dimonis en Manacor encendió la llama de las fiestas de Sant Antoni y desató la devoción por el santo tal y como manda la tradición. Más de mil personas disfrutaron del primer acto celebrado en la plaza Ramon Llull.
La torrada popular ofrecida por el Patronat de Sant Antoni dio inicio a la revetla. Los vecinos pudieron degustar de una copiosa torrada en los momentos previos.
Minutos antes, los asistentes, entre palmas, ya entonaban la tonada de Sant Antoni mientras en las dependencias del Conservatori de Música i Dansa los protagonistas se preparaban para el estallido santantonier.
Cuando el reloj de la parroquia dels Dolors marcó las diez, dos cohetes anunciaron la salida de la comitiva hacia la plaza entre un fervor total demostrando que esta fiesta es ya más que un sentimiento en Manacor.
Así, el Dimoni Gros, los dimonis petits y Sant Antoni, acompañados por el baciner, sonadors y Banda de Música, realizaron casi una treintena de bailes en diferentes puntos de plaza. Unos bailes que emocionaron a pequeños y mayores en lo que fue un gran acto de comunión santantoniera.