«Las licencias de obras en este municipio han aumentado un 60% desde el inicio de la legislatura, del 2015, hasta el día de hoy», así lo confirmó el ex alcalde y regidor de Urbanisme, Jaume Tomàs.
Este importante incremento unido a las tramitaciones de infracciones de urbanismo, subvenciones, certificaciones y planeamiento se han traducido en una importante subida de volumen en el trabajo del departamento de Urbanisme por lo que «se ha visto afectado el ritmo de trabajo retrasando considerablemente el otorgamiento de las diferentes solicitudes, como por ejemplo: los certificados de situación urbanística los cuales, actualmente para su obtención, es necesario esperar al menos 3 meses», indica Tomàs, que añade que explicó que se ha llevado a cabo una convocatoria para contratar un nuevo aparejador puesto que la plantilla, por varios motivos, ha quedado muy reducida.
El Consistorio también convocará la plaza de celador de Obras que hace años ha estado desocupada. Además ya se ha realizado una convocatoria para un nuevo técnico de Administración general, abogado especializado en urbanismo que al quedar desierta volverá a convocarse y este 2018 se prevé crear una nueva plaza de arquitecto.