La empresa pública Calvià 2000 se gastó durante los primeros nueve meses de 2017 un total de 324.000 euros en la limpieza y desatasco de instalaciones de saneamiento provocados por la acumulación en las tuberías de toallitas íntimas. Un coste que, de enero a septiembre, ya superaba a todo el dinero gastado el año pasado en este tipo de reparaciones.
El creciente uso de estos productos de higiene personal ha provocado también que, desde 2012, el peso de residuos sólidos en la red de saneamiento haya crecido un 46 por ciento, pasando de las 679 toneladas de entonces a las 955 de 2016. Unos datos que obligan a la empresa de servicios de limpieza dependiente del Ajuntament de Calvià a instar a la ciudadanía a usar una papelera para tirar las toallitas y otros elementos sólidos no degradables.
Desde Calvià 2000 recuerdan que, aunque muchas toallitas higiénicas húmedas especifican en su etiquetado que son desechables por el inodoro, lo cierto es que no tienen las condiciones de biodegradabilidad aptas para su gestión a través de las redes de saneamiento. Las toallitas, a diferencia del papel, no se deshacen ni se dispersan, sino todo lo contrario: crean conglomerados de fibras resistentes que provocan atascos y averías, que perjudican tanto a las instalaciones interiores de comunidades de vecinos y viviendas, como a los servicios públicos de saneamiento y saturación.
Los casi 324.000 euros gastados hasta septiembre suponen un importante sobrecoste para el erario. Del montante total, 255.247 corresponden a la limpieza y retirada de las bolas de toallitas, mientras que los 68.330 restantes, a la reparación de los equipos de saneamiento.