Las autoridades se han concentrado en la tarde de este miércoles en la plaza del Bestiar donde se ha inaugurado de manera oficial el Dijous Bo 2017.
Dos actores del grupo teatral Sed d?Art han hecho de anfitriones durante el acto oficial y han invitado a todos los asistentes a vivir el Dimecres Bo y el Dijous Bo con intensidad. Joan y Margalida (los personajes) han encarnado a antiguos zapateros de la ciudad y han recordado los inicios de la gran feria. Después, el alcalde de Inca, Virgilio Moreno, acompañado por la gran mayoría de regidores del Ajuntament y de otras autoridades autonómicas como Fanny Tur, Cosme Bonet, Mercedes Garrido o la delegada del Gobierno, Maria Salom, ha cortado la cinta inaugural con la asistencia del grupo de baile Revetlers des Puig d?Inca y el sonido de las xeremies.
Tras el acto oficial, las autoridades han iniciado su recorrido por el Dimecres Bo precedidos por malabaristas del Circ Bover. Además del mercado payés, que llena el centro de la ciudad, los políticos también han paseado por la muestra náutica que es la principal novedad del Dijous Bo de este año. Antes de recorrer la feria, el alcalde ha recordado la gran oferta de actividades que llenarán el Dijous Bo de este jueves que estará compuesto por «600 paradas que ocuparán ocho kilómetros de feria». Moreno dijo que «tenemos una buena perspectiva porque parece que el tiempo nos acompañará por lo que esperamos acoger entre 120.000 y 150.000 personas durante el Dimecres y el Dijous Bo».
Mercat Pagès
Lo que comenzó siendo un experimento para dar más empaque al mercado tradicional del Dijous Bo se ha convertido ahora en el principal atractivo de la zona peatonal y sus alrededores.
El Mercat Pagès ha abierto este miércoles sus puertas coincidiendo con la inauguración del Dijous Bo y la mayoría de puestos y expositores se mantienen abiertos hasta cerca de la medianoche.
Marcha y cellers
La marcha nocturna y la fiesta en las calles de Inca volvieron a ser en la noche de este miércoles la tónica general en los bares y pubs de la ciudad. Como ocurre desde hace unos años, la marcha ha comenzado muy pronto y ya sobre las siete de la tarde el exterior de estos establecimientos situados en la zona del Mercat Cobert y la Plaça de l?Àngel estaba a rebosar. La iniciativa de los vasos reutilizables volvió a repetirse.
Durante la noche se puso en marcha también un plan para controlar el botellón y el consumo de alcohol entre menores. De hecho, el consenso entre vecinos, bares y Ajuntament de Inca ha conseguido que desde hace unos años no se produzcan los excesos que se registraban anteriormente.
Si la marcha ya es un clásico del Dimecres Bo, la cena en uno de los cellers de la ciudad es ya una seña de identidad de la víspera de la gran feria de Mallorca. Desde el martes ya era casi imposible reservar mesa en los cellers y para poder atender a la demanda se realizaron dos turnos de servicio, el primero de ellos a las 20.30 horas.