La Comissió balear de Medi Ambient ha archivado después de diez años de tramitación el expediente del proyecto de urbanización de Pinares de Bonaire en Alcúdia al no haber presentado la promotora dentro del plazo estipulado la última documentación que se le había requerido para solventar los problemas forestales y de riesgo de incendios sobre los que habían advertido Recursos Hídrics, Serveis de Gestió Forestal y Protecció del Sòl.
La urbanización de Pinares de Bonaire, con 200 solares junto al mar, ocupa uno de los lugares más exclusivos de Alcúdia (en las proximidades del puerto del Cocodrilo) pero también una de las zonas medioambientales más sensibles, junto al Àrea Natural de Especial Interés (ANEI) de la montaña de la Victòria.
Protección
Consciente de la sensibilidad de este espacio, el Consell de Mallorca promovió en 2004, de la mano del Ajuntament d'Alcúdia, la protección de 51.544 metros cuadrados de la urbanización (la zona colindante con el ANEI) trasladando su edificabilidad a un nuevo solar hotelero situado junto a la rotonda del caballo, pero el proyecto de urbanización continuó su tramitación con el objetivo de desarrollar el resto de suelo no protegido.
En 2016 la Comissió de Medi Ambient ya intentó archivar el expediente de impacto ambiental iniciado en 2007 argumentando que era preciso modificar el plan parcial aprobado para adaptarlo a la nueva normativa vigente lo que podría implicar la exigencia de nuevos requisitos no previstos inicialmente como el alcantarillado además de garantizar que dispondría de los suministros de agua y electricidad suficientes.
Los propietarios pelearon contra la resolución dictada por el presidente de la Comissió, Antoni Alorda, argumentando, que se había excedido de sus competencias al incluir argumentos urbanísticos en su resolución y no estrictamente medioambientales.
La Comissió aceptó el recurso presentado por los propietarios y se centró en las exigencias medioambientales dando a la promotora un plazo de tres meses para incorporar soluciones a los problemas forestales y de riesgo de incendios sobre los que habían sido advertidos. Transcurridos más de tres meses desde la recepción de la última notificación sin que la promotora haya aportado la «documentación indispensable», Medi Ambient da ahora carpetazo definitivo al proyecto.