Los propietarios de molinos de viento en el Pla de Sant Jordi ya pueden solicitar las ayudas del plan de recuperación que ha puesto en marcha el Consell de Mallorca, que supondrá una inversión de 1.359.000 euros hasta 2019, de los que 1,1 correrán a cargo de la institución insular.
El presidente del Consell de Mallorca, Miquel Ensenyat, ha calificado este plan como ambicioso y ha defendido que «es imprescindible frenar el deterioro que la mayoría de los molinos sufre», ha informado la institución insular.
Los propietarios de molinos de viento de la zona del Pla de Sant Jordi, donde están documentados 1.070, podrán solicitar las ayudas hasta el 24 de noviembre. «Nos encontramos ante el parque eólico más grande de Europa», ha dicho Ensenyat.
Aunque los molinos de viento han perdido su utilidad para la agricultura, son una parte integrante del patrimonio cultural de Mallorca. Actualmente quedan alrededor unos 3.300 molinos en la isla.
El objetivo del plan es recuperar el patrimonio industrial de la isla, así como una de las imágenes más características de Mallorca y preservarla para que «las nuevas generaciones tengan la posibilidad de conocer y valorar lo que nuestros abuelos fueron capaces de hacer».
El plan promueve la restauración y posterior puesta en valor de los molinos de viento, respetando su tipología originaria y potenciando la utilización de las técnicas y los materiales tradicionales.
El Consell de Mallorca subvencionará a los dueños de los molinos el 100 % de la restauración de la torre, el lavadero y el mecanismo. Por su parte, los propietarios deberán mantenerlos y permitir las visitas públicas y gratuitas, previa solicitud.
Entre 2017, el Consell de Mallorca destinará a este plan 109.186 euros; en 2018 alcanzará los 500.000 euros, la misma cifra que en 2019. Por su parte, el Govern aportará 250.000 euros con cargo a la recaudación del Impuesto de turismo sostenible.
Paralelamente, se ha puesto en marcha una campaña de apadrinamiento para que empresas o particulares puedan participar.
Estas ayudas se suman al «Programa para restaurar el patrimonio histórico-industrial», mediante el cual el Consell se hará cargo de redactar el proyecto técnico de restauración, así como de la mano de obra para ejecutar los proyectos.
El programa contempla la restauracion arquitectónica y de la maquinaria de una serie de elementos que forman parte del patrimonio histórico (incluidos molinos, norias, almazaras y bodegas); y de la industria extractiva (salineras).
Una segunda modalidad incluye la restauración de máquinas, carros y otros utensilios relacionados con la industria y la agricultura. Una vez restaurado, la persona o la entidad propietaria del bien debe permitir que se hagan visitas públicas y gratuitas por un periodo de diez años.