Los numerosos visitantes que prácticamente durante todo el año acuden al Caló d?en Monjo, situado entre Peguera y Cala Fornells, observan preocupados como avanza el deterioro de un entorno natural privilegiado.
El escar (caseta varadero) a pie de playa sufre desprendimientos en su cubierta y avanza el estado de ruina de un chalet a medio construir en las inmediaciones.
El Caló d?en Monjo es una zona muy concurrida, ya que desde este punto del litoral de Calvià empieza y acaba la excursión a la torre de Cap Andritxol. Una ruta senderista muy transitada, tanto por residentes mallorquines como por los turistas que eligen la temporada baja para alojarse en Peguera y dedicar sus vacaciones al deporte del trekking.
Afluencia Asimismo, el Caló d?en Monjo es muy conocido también por su condición de zona de baño nudista y por unos fondos marinos que concitan la presencia de aficionados al buceo, lo que hace que sea un enclave que figura en las guías turísticas especializadas.
El estado ruinoso tanto del escar como de la edificación anteriormente señalada suponen un grave peligro para la gente que deambula por la zona.
Por otra parte, además de las personas que acuden a la cala para bañarse, bucear o iniciar desde allí la excursión hasta la torre de Cap Andritxol, durante los meses de verano, la edificación abandonada atrae la presencia de okupas, a pesar de que la estructura y los forjados de la construcción presentan un evidente proceso de deterioro y decadencia, hecho que hace no descartable un riesgo de colapso. En el caso de la caseta varadero, además de la peligrosidad que entraña el desprendimiento de su cubierta, su estado de ruina amenaza con la desaparición de un bien patrimonial único en la zona.