El malestar de los usuarios del tren no cesa y siguen denunciando los problemas con los que tienen que bregar casi a diario. Una de sus últimas quejas se refiere a la falta de interventores o al hecho de que haya estaciones que se encuentren cerradas.
El último hecho que relatan ocurrió apenas hace unos días cuando una mujer sufrió un ataque epiléptico a bordo de un convoy. Ante la ausencia de interventor, los pasajeros tuvieron que avisar a la maquinista para que detuviera el tren cuando pudiera para que la mujer fuera atendida y fueron los mismos pasajeros los que tuvieron que moverse para pedir la presencia de un médico, llamando a la policía, al PAC...
Relatan los usuarios que la maquinista que llevaba el tren, cuando detuvo el convoy en Binissalem, llamó a Palma indignada para quejarse de la falta de recursos.
Esto se suma a las denuncias que han hecho del mal estado de algunas de las instalaciones de los Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) y a la saturación que se produce en algunos convoyes.