La concesión del agua, que se realizó en el año 2013, sigue trayendo polémica en Binissalem. Més denuncia ahora que la empresa concesionaria factura conceptos ilegales a los vecinos. El portavoz de la agrupación, Pere Daniel Pol, asegura que «tenemos evidencias de que la empresa cobra, por ejemplo, las cometidas a precios desorbitados cuando no puede facturarlos porque no se han aprobado por pleno, tal y como se contempla en el pliego de condiciones».
Pol va más allá y asegura que el alcalde Andreu Villalonga «conoce estas irregularidades y las encubre». El edil se basa en que «el alcalde tiene dos informes de la interventora municipal que, según hemos podido saber, advierten de que la empresa no muestra todos sus ingresos y no nos los quiere facilitar. Le hemos pedido dichos informes en repetidas ocasiones y se niega a dárnoslos ».
Los precios de la empresa con cesionaria del agua «tienen que ser públicos y tienen que estar aprobados por pleno, pero la concesionaria cobra conceptos con precios inventados y son estos ingresos los que oculta al Ajuntament de Binissalem», asegura Pol. El problema es que dicha concesionaria solicitó un aumento de tarifas argumentado que el servicio les provoca pérdidas económicas, «pero estas pérdidas no son tales porque cobra más de lo que informa». Además, Pol asegura que el Consistorio «abona actuaciones que correspondía pagar a la empresa». Como ejemplo el edil habla de las inundaciones que padecía una casa de la localidad y que la empresa no se hizo cargo. «El Ajuntament lo arregló todo».