La actual estación de autobuses de Inca se convertirá en la nueva intermodal del Raiguer. Así lo anunciaron ayer el alcalde de Inca, Virgilio Moreno, y el conseller de Territori i Mobilitat, Marc Pons, durante la presentación del nuevo plan de movilidad que se quiere poner en marcha y que prevé convertir Inca en la puerta de acceso a la Serra de Tramuntana en cuanto a transporte público.
Para ello, el Govern invertirá 480.000 euros que provienen del impuesto turístico en la construcción de tres nuevas infraestructuras. El proyecto de la estación de buses no está incluido en esta inversión. Se construirán paradas de autobús en la entrada de Inca por la carretera de Sineu (al lado del campo de fútbol del Constància), también se habilitarán 120 plazas de aparcamiento en la misma zona y se reformará el aparcamiento de la plaza Antoni Mateu que lleva cerrado desde el año 2012.
«Con la apertura del parking Antoni Mateu dispondremos de casi 300 plazas de aparcamiento al lado de la estación de bus y tren que impulsarán también el uso del transporte público», según palabras de Pons.
El objetivo del acuerdo firmado entre Ajuntament y Govern es conseguir que «Inca vuelva a ser un punto importante en el transporte público de la zona norte y del Raiguer».
Con la remodelación de la estación de buses, que tiene que estar ejecutada antes de enero de 2019 que es cuando entrarán en vigor las nuevas concesiones de buses, se conseguirá que todas las líneas tengan principio y final en Inca. Estos mismos buses también se pararán en la nueva parada del campo del Constància por lo que conectarán con el hospital comarcal de Inca.