El Ajuntament d'Alcúdia modificará la ordenanza municipal de medidas para fomentar y garantizar la convivencia ciudadana en el espacio público de Alcúdia (aprobada en 2008) para eliminar los ‘matices' que impiden ahora, en la práctica, penalizar el botellón.
La normativa establecía la prohibición del consumo de alcohol en espacios públicos «cuando puedan causar molestias» y castigaba únicamente el consumo de alcohol en envases de cristal. Además, establecía multas de entre 30 y 300 euros. Pero hecha la ley, hecha la trampa. Los jóvenes se pasaron a los envases de plástico y se alejaron de las zonas vecinales.
La prohibición se extenderá ahora al consumo de alcohol en cualquier tipo de envase (plásticos y latas incluidos) y se aplicará en cualquier espacio público, con independencia de si genera o no molestias al entorno, siempre que no se trate de la terraza de un bar o establecimiento autorizado para la venta de alcohol cumpliendo con las limitaciones que marca la Ley.
Se prevé que en octubre pueda aprobarse formalmente la modificación de las ordenanzas anunciada ahora que incrementará además las sanciones previstas. «Es pronto para hablar de cuánto serán las multas, es una cuestión que en estos momentos está pendiente de la valoración técnica», dijo este lunes el alcalde Toni Mir.
Alcúdia se adhirió el pasado mes de julio a la campaña #nosiguisase impulsada por el Plan de Adicciones y Drogodependencias de Baleares (Padib) de la Direcció General de Salut Pública i Participació del Govern, con el objetivo de prevenir el consumo excesivo de alcohol en las fiestas de los pueblos.