Una de las calas vírgenes más emblemáticas de Artà, Cala Torta, ha sufrido en las últimas décadas una degradación constante con una serie de actividades que han puesto en riesgo la estabilidad del sistema natural y han hipotecado su conservación. El Ajuntament ha tomado cartas en el asunto y ha encargado a un geógrafo un plan de ordenación, gestión, recuperación del espacio playa-duna, de los accesos y de su entorno, que ha presentado a las administraciones competentes, el Govern, el Consell y Demarcación de Costas, para su ejecución en los próximos años.
Una de las medidas importantes es la obtención de las concesiones de los servicios de la playa o la regulación de una área de ocio para proteger el sistema y frenar las acampadas ilegales.
El Ajuntament d'Artà ha protegido durante muchos años su territorio sin recibir ningún tipo de compensaciones a cambio. Por ello entiende que la explotación de los servicios, del chiringuito de playa, supondría una nueva fuente de ingresos para las arcas municipales a la vez que serviría para poner en marcha unas medidas de gestión sostenible.
Desde el Consistori se solicita la reubicación de estos servicios. Se pide la retirada del chiringuito actual que, al ser fijo, por ley debe demolerse. También la reubicación de la torre de vigilancia y del WC.