El Ajuntament de Llucmajor aprobó por unanimidad y de manera definitiva la ordenanza de convivencia ciudadana que debe servir para regular principalmente el botellón y el ocio en el núcleo costero del Arenal.
Además, esta herramienta es uno de los cimientos básicos para optar por el cambio de modelo turístico de esta zona. En el pasado pleno, el regidor de Convivència Ciutadana i Policia, Gori Estarellas (PSOE), hizo un llamamiento a la colaboración de la ciudadanía, hoteleros, touroperadores y Policía Local, para que «la ordenanza no se convierta en papel mojado». Estarellas reclamó «un esfuerzo a la ciudadanía» porque «la suciedad y algunas malas prácticas como verter basura no sólo son un problema del verano, sino de cultura y educación en general», añadió.
El alcalde, Bernadí Vives (PI), señaló que «hace años que un municipio como Llucmajor debía contar con una ordenanza de este tipo». «Sabemos que no será una herramienta que lo resolverá todo pero ayudará», remarcó.
Junto a la ordenanza, el Consistorio ha impulsado otras actividades para fomentar el cambio de modelo turístico en la zona de s'Arenal. La creación de un mercado, actividades deportivas o la oferta de excursiones son algunos de los elementos que desde el Ajuntament se han puesto en marcha.