El Ajuntament de Muro actuará para evitar el alquiler vacacional (y no vacacional) de las 148 casetas que conforman la urbanización de Capellans. En una carta enviada recientemente a los vecinos, el Consistorio recuerda que para poder disfrutar del uso de las casetas hay que «disfrutar personalmente de su uso, sin posibilidad de alquilarla o cederla», y «no publicitar» su alquiler. En caso de no cumplir estos requisitos, el Ajuntament entenderá que el beneficiario renuncia a la referida ocupación, es decir, que procederá a retirarle el título.
Las casetas que conforman la urbanización de Capellans están en terrenos de uso público propiedad del Ajuntament de Muro. El Consistorio es su titular, pero son los vecinos del municipio los que disfrutan de ellas por virtud de una concesión. Según la normativa comunal no escrita, pasan de generación en generación.
Aunque el Consistorio ya había advertido de que alquilar las casetas a terceros constituía una infracción, este verano ha avisado de manera aun más explícita. La razón es que se tiene conocimiento de que algunos vecinos las alquilaban, principalmente a turistas. Hasta muy recientemente, en portales de alquiler vacacional como Airbnb podían verse anuncios en los que se ofertaban casetas con precios que en algún caso se acercaban a los 2.000 euros por semana.
El alcalde, Martí Fornés, informó de que el Ajuntament inspeccionará aquellas casetas de las que se tenga conocimiento que están irregularmente ocupadas.