La carta que la Conselleria de Medi Ambient ha enviado a la Demarcación de Costas para conocer la legalidad de 14 chiringuitos en playas naturales de Mallorca ha puesto en alerta a propietarios y usuarios. Aunque la mayoría no quieren hacer declaraciones, todos se muestran contrarios a que se ejecute la demolición de estos establecimientos, tal y como ha sucedido con los seis bares en las playas de es Trenc - es Salobrar.
Aseguran que la mayoría de estos establecimientos forman parte de la historia del municipio y son establecimientos arraigados no solo entre los turistas sino para los propios vecinos. Es el caso de Gabriel Bisquerra que regenta el chiringuito de ses Casetilles en Camp de Mar quien asegura que hay un arraigo muy importante de este establecimiento abierto desde 1963 en el municipio de Andratx. «Forma parte del paisaje y nosotros somos los primeros que cuidamos la costa», mantiene, mientras recuerda que el establecimiento da trabajo a cinco familias.
También los responsables del bar en la playa del Mago (en Calvià) se muestran contrarios a cualquier demolición para instalar chiringuitos desmontables. Este establecimiento familiar hace más de 40 años que abrió sus puertas, como también lo es Es Repòs en la playa de Portals Vells.
En Estellencs, por su parte, los vecinos muestran preocupación por la posibilidad del cierre del establecimiento que regenta Adriano Nicosia en la cala. «Desde pequeños en verano siempre ha estado el chiringuito», asegura un grupo de vecinos. El pasado 18 de mayo el director d'Espais Naturals i Biodivesitat envió una carta a Demarcación de Costas en la que los instaba a revisar la legalidad de 14 chiringuitos ubicados en playas naturales.