Una denuncia formulada por un residente en una de las urbanizaciones del Port de Sóller contra unas obras particulares ha servido para «descubrir» que una de las partes más urbanizadas del núcleo costero se había declarado Paisaje Pintoresco por parte del Gobierno central, hace 45 años. En estas cuatro décadas y media, esta amplia zona del Port ha soportado prácticamente todo el crecimiento urbano sin que nunca se haya puesto ningún impedimento a la concesión de licencias ya que en 1998, cuando se aprobó el Plan General, ya era suelo urbanizable.
Arquitectos, aparejadores y maestros de obra se encuentran ahora con esta «inesperada» situación que a pesar de no tener, en principio, efectos retroactivos, supone que a partir de este momento todas las licencias que se soliciten en esta zona deberán pasar por un informe favorable del Consell de Mallorca, igual que si se tratara, por ejemplo, de Biniaraix.
Los informes de Patrimoni Històric «pueden tardar meses» según han admitido algunas de las fuentes consultadas. Los constructores recuerdan que en esta parte del Port «hay mucho trabajo y muchos permisos solicitados o en proyecto», por lo que temen que ahora se dificulte mucho su trabajo.
La zona urbana afectada por el Paisaje Pintoresco –figura con la que en 1972 el Ministerio de Cultura protegió amplias zonas de la Serra de Tramuntana– es de unas 24 hectáreas, la mayoría ocupadas hoy por las urbanizaciones Morell-Oleza y Torre Picada, con centenares de chalets, apartamentos y hoteles. El Ajuntament de Sóller conocía la existencia de esta protección pero nunca nadie se había dado cuenta de que afectaba a una amplia zona urbana desarrollada principalmente después de la protección estatal.