El Consell de Mallorca ha llevado a cabo durante estas semanas varias pruebas de funcionamiento de la caldera de biomasa instalada en el refugio de Son Amer con resultados «muy positivos».
Según han informado desde la institución insular en una nota de prensa, su puesta en marcha permitirá prescindir del gas propano y aprovechar los restos vegetales de las fincas públicas como combustible para el agua caliente y la calefacción.
Esta mejora, han explicado, supondrá un ahorro económico considerable y permitirá utilizar los restos vegetales procedentes de los tratamiento silvícolas de las masas forestales de la finca y de Son Macip, también propiedad del Consell.
La consellera insular de Medio Ambiente, Sandra Espeja, ha destacado «la importancia de aprovechar todos los recursos propios para cambiar los parámetros actuales e ir hacia una economía circular».
La caldera instalada tiene una potencia de 150 kilovatios y el presupuesto del contrato asciende a 71.269,00 euros. Las obras de instalación se han prolongado durante dos meses, después del periodo de pruebas las obras quedarán recepcionades y la caldera de biomasa estará en pleno uso.
El objetivo del Departamento de Medio Ambiente es que esta primera caldera de biomasa sea una prueba piloto y que se puedan ir instalando en todos los refugios de la red del Consell.