Sa Pobla empieza a salir de la crisis, la economía se reactiva y la petición de licencias de obra mayor y menor se dispara. Mientras que en el año 2012 solo hubo 167 peticiones de licencia de obra tanto menores como mayores, en el año 2016 la cifra llegó hasta las 221 peticiones, lo que supone un incremento del 30% en cuatro años. En los tres meses que llevamos de este año 2017, las solicitudes ya llegan a las 221.
Económicamente, este hecho también tiene efectos positivos para las arcas municipales. Mientras que en el año 2012 el Ajuntament ingresó un total de 96.914 euros por las licencias de obra y las correspondientes tasas, el año pasado la cifra llegó hasta los 226.660 euros.
Desde el Ajuntament realizan una valoración muy positiva de este hecho. «Hay una reactivación en la construcción y rehabilitación de casas y, consecuentemente, hay una reactivación del a economía local», según palabras del regidor de Urbanismo, Guillem Crespí. «Existen muchas solicitudes para construir piscinas o adecuar la vivienda, sobre todo en la zona de Son Toni», asegura Crespí que apunta a que «estas obras se llevan a cabo para poder destinar la propiedad al alquiler turístico».
El problema de la subida en el número de estos trámites provoca que el departamento de Urbanismo del Ajuntament de sa Pobla esté saturado. «Tenemos a siete técnicos al frente del área y tres de ellos solo están contratados dos días a la semana. En los próximos presupuestos que se aprobarán en breve se contempla ampliar horarios».