Nuevo capítulo en el enfrentamiento jurídico que Salvem es Moll libra con la concesionaria del puerto deportivo Alcudiamar y las administraciones implicadas en su regulación y vigilancia. Esta vez, Salvem es Moll ha acusado al Ajuntament alcudienc ante el Consell por tramitar una modificación «oculta» de la normativa urbanística que supuestamente beneficiaría al concesionario del puerto deportivo. En una reunión mantenida ayer, los técnicos del Ajuntament estimaron este cambio «intranscendente».
Hasta 2008, la normativa urbanística de Alcúdia establecía que la ordenación urbanística del puerto deportivo se regiría según la concesión otorgada por el Gobierno. Aquel mismo año, el Consistorio añadió a su normativa que las «modificaciones posteriores» (es decir, los cambios de orden urbanístico realizados en el muelle deportivo) se regirían también según dicha concesión. Salvem es Moll denuncia que este cambio fue «intencionadamente ocultado» por el Ajuntament ante el Consell y ante la ciudadanía, y requiere su nulidad.
Salvem es Moll argumenta que se «ocultó» porque el cambio no aparece en la memoria justificativa de las modificaciones realizados en la normativa, ni en el informe del arquitecto, ni en el acta del pleno que las aprobó, ni en el trámite de información pública... La plataforma indica que el cambio hasta pasó «desaparecido» a la Comissió de Territori i Urbanisme, el organismo del Consell que vigila si los planeamientos urbanísticos de los municipios son legales. La plataforma hizo la denuncia ante el Consell, que requirió al Consistorio que se pronunciara. Los técnicos municipales, reunidos ayer, consideraron que el cambio resulta «intranscendente», según apuntaron fuentes municipales, si bien el Consistorio «se someterá a lo que señale el Consell». En relación a la supuesta «ocultación» , el Ajuntament no dice nada.
En la denuncia que Salvem es Moll tramitó adjunta un escrito de autor desconocido. Dicho escrito anónimo dice: «La frase 'y sus modificaciones posteriores' sin añadir límites ni condiciones, es la mejor y más soñada de las soluciones posibles, pues implica, jurídicamente hablando, la seguridad de que concesión y planeamiento siempre irán a la par, pues sean cuales sean los cambios que autorice Autoridad Portuaria (...) estos quedarán automáticamente amparados por el planeamiento de Alcúdia».