La Cooperativa Agrícola Sant Bartomeu espera una buena temporada de naranja a pesar de que los temporales de este invierno –lluvia y viento– hayan hecho caer aproximadamente una cuarta parte de la cosecha o hayan causado su putrefacción.
Según Miquel Gual, presidente de la Cooperativa, «las variedades tempranas se han visto afectadas en aproximadamente un 25 por ciento». La lluvia -un exceso de agua absorbida sobre el fruto ya casi maduro- ha sido la principal causa de esta merma. En segundo lugar, los fuertes vientos de finales de enero también provocaron la caída muchos frutos en algunas zonas del Valle.
La Cooperativa estima que las pérdidas oscilan entre 60 y 80 toneladas lo que según Gual «es mucho para el Valle ya que el año pasado en la cooperativa movimos unas 400 toneladas».
Aún así, Gual cree que la temporada será buena. «La cantidad que se ha perdido no incidirá directamente sobre el precio ni la comercialización ya que es equivalente, en volumen, a lo que en la pasada temporada el agricultor dejó sin recoger ya que no estaba animado por los actuales incentivos y mucha producción se dejó en el árbol puesto que su venta no cubría en muchos casos los costes».