Las milanas no podrán anidar este año dentro del pueblo de Santa Maria. El majestuoso pino de Can Pereta, el árbol en el cual una pareja de milanas estableció su nido el año pasado, ha sido talado.
Los santamariers solían estar pendientes del Pi de Can Pereta, un pino de grandes dimensiones crecido en el corral de una casa particular, en sa Vileta. Lo observaban porque veían que una pareja de milanos lo frecuentaba a menudo. Luego supieron que las ramas del imponente árbol alojaban su nido, el único de la Isla (de milanos) situado dentro de un núcleo urbano.
La tala se efectuó la semana pasada. Fuentes cercanas a la Conselleria explican que era necesario «porque representaba un riesgo» para la seguridad de las personas y porque justo ahora comienza la época de cría de la milana, de modo que la pareja ahora desalojada posiblemente tendrá tiempo de establecerse en otro árbol.
El Govern hasta tenía la intención de catalogar el Pi de Can Pereta como Arból de Interés, en atención a su –ya desaparecida– magnificiencia.