Sant Antoni y el Dimoni reaparecieron este domingo en Muro, doce días después del 17 de enero, para celebrar las tradicionales Beneïdes, aplazadas dos veces por razones meteorológicas.
El retraso en la celebración no deslució las Beneïdes más conocidas y vistosas de Mallorca. Las gradas instaladas en la plaza se llenaron de gente para presenciar el desfile de animales primero y de carrozas después. Desfiló todo tipo de fauna: perros, gatos y otras mascotas como canarios y caballos, así como algún animal exótico y también los esperados rebaños de ovejas o de cabras.
Como manda la tradición, el rector –Pere Gerard Bestard, que hace un año y medio tomó el relevo al histórico Pere Fiol– arrojó agua bendita a cuantos seres vivos pasaron por delante suyo.
Aplazadas
Otras localidades de Mallorca celebraron también este domingo las Beneïdes, aplazadas en su día a causa del tiempo. Es el caso de Andratx, Felanitx o es Carritxó, por ejemplo.