El arte no tiene edad. Mayores y niños podrán compartir un espacio donde crear y vivir emociones, un punto de encuentro donde expresar con plena libertad. Será en la residencia de Artà que se convertirá en espacio de encuentro intergeneracional donde se llevarán a cabo los talleres Skholè que fueron presentados esta semana y que han despertado gran interés.
Se trata de un proyecto que sigue los principios de la ‘Educación creadora', ideado por el alemán Arno Stern y que se basa en los procesos naturales de aprendizaje. Se trata de un espacio donde todos se puedan sentir seguros sin estar condicionados por un modelo a seguir o por los juicios de otros.
Talleres
Los talleres se pondrán en marcha a partir del mes de febrero. Serán grupos máximos de 12 personas de diferentes edades que se podrán reunir en tres espacios diferentes: el espacio de color donde se utiliza pintura acrílica; el espacio de barro, con arcilla y el espacio de técnicas escultóricas.
El taller Diraya en Bilbao aplica este tipo de educación y las encargadas del proyecto en Artà, Concepción y Laura Pedrosa, se han formado en este centro. Según exponen se crea un grupo heterogéneo con personas de diferentes edades, en un espacio sin juicios donde el educador coge el rol de asistente. Se trata de romper los límites, perder los miedos, improvisar, investigar y crear a través del juego personal. Un lugar en el que se facilita la educación en emociones y valores y un enriquecimiento mutuo.
El Consistorio, a través de un convenio, ha cedido el espacio de la residencia y los talleres Skholè aportarán el material y reservarán tres plazas en cada taller para los usuarios.