Los vecinos de es Capdellà han vuelto a retar al párroco y, por segundo año consecutivo, sacaron una fotografía de Sant Sebastià en procesión. Es la segunda vez que el párroco de la localidad se ha negado a ceder la talla de Sant Sebastià que hay en la iglesia para celebrar estar procesión con casi cien años de historia.
La lluvia y el mal tiempo no atemorizaron este viernes a este grupo de vecinos que quieren preservar la tradición. Cerca de cuarenta personas participaron en la comitiva. En ella se encendieron las típicas alimares en la plaza de Sa Vinya y en la víspera sonó inesperadamente el repique de campanas acorde con la costumbre.
La procesión salió a las 16:15 horas desde la iglesia haciendo un recorrido corto terminando, tras subir las escaleras, delante del templo.