Los pollencins se han enfundado este martes sus ropas de más abrigo para ir a buscar a la finca de Ternelles el Pi de Sant Antoni. En el camino, aguanieve intenso pero la nieve no ha cuajado en Pollença y la fiesta se ha celebrado con más frío y más humedad que de costumbre.
El Pi se recordará por su rápida subida. Tras la mala experiencia del año pasado con un pino bañado en manteca que prolongó la escalada durante horas, este martes el árbol apenas estaba enjabonado. El joven Sergi Gómez, que subió el pino en 2011, 2013 y 2015 ha aprovechado la oportunidad y ha coronado el árbol en apenas cinco minutos.
A medida que ha ido trepando se han podido oír varios abucheos. Le han reprochado no haber dado la oportunidad a otros jóvenes más novatos a coronar la punta. Gómez terminó por abrir la bolsa de confetti pero bajó del árbol antes de coger la cesta con el gallo y el premio en metálico.
Fue un segundo joven, Samuel Rosende, el que recogió la cesta y desató, con ayuda Jaume Rotger, los cabos. Los amigos de Sergi Gómez se llevaron al joven en un visto y no visto mientras Samuel Rosende reconocía públicamente que Gómez (que curiosamente será cavallet por Sant Sebastià) fue el auténtico ganador en la tradicional Pujada al Pi.