Los alumnos del colegio público Ses Roques de Caimari comenzarán a asistir a clase en Ca ses Monges a partir del próximo lunes. La brigada municipal, el personal del centro y las familias, trabajan estos días contrarreloj para completar la mudanza. Mientras, cunde el temor entre la comunidad educativa de que la mudanza «temporal» (a la espera de disponer de una escuela completamente nueva de acuerdo a la normativa) se esfume por la falta de celeridad de la administración pública.
La opción de compra que firmó Joan Rotger en su último pleno como alcalde (antes de ser desbancado por una moción de censura) tenía una vigencia de solo 18 meses. Han pasado dos meses y el Ibisec aún no ha comenzado a redactar el anteproyecto del centro, preciso para solicitar el interés general.
Los padres y madres de alumnos de Caimari llevan años alertando de la crítica situación de las instalaciones de Ses Roques. Los alumnos llevan años conviviendo con las goteras, humedades, barreras arquitectónicas y una limitación de espacio extrema.