El Ajuntament de Santa Margalida podría privatizar en un futuro la gestión del agua en la Vila. A pesar de que el gobierno asegura que nada está aun decidido, la izquierda (agrupada en torno a la coalición Suma) ya expresó en el pleno en qué Joan Monjo fue investido alcalde su temor a una posible privatización.
Monjo reafirma que no se ha decidido nada y lanza esta reflexión: «El modelo vigente en el municipio es gestión privada en Son Serra y Can Picafort y pública en la Vila. En la zona costera tenemos alrededor de un 35 por ciento de pérdidas y en la Vila se sitúa alrededor del 65 por ciento. La gestión pública no necesariamente es más eficiente que la privada».
Suma se opone por completo a la posible privatización. Antoni Reus, su portavoz, recordó «las preocupaciones que ha causado» la gestión privada de Son Bauló y Can Picafort, en referencia al encarecimiento que provocó el alquiler de los pozos. Reus rechaza el argumento de las pérdidas como motivo para privatizar. «Si existen es porque no se ha invertido. Se debe comenzar a hacer mejoras en la red», dijo.
No obstante, Monjo descarta que el Consistorio licite la gestión del agua en la Vila a cambio de mejorar la red, como pretendía hacer el Ajuntament d'Inca la legislatura pasada, y recordó que ya se han comenzado a hacer obras de reparación en dos calles.
En 2020
Por otra parte, debe recordarse que las concesiones de Can Picafort y Son Serra finalizan en 2020.
El alcalde –que reitera que la posible privatización de la Vila no está ni mucho menos confirmada– dio a entender que es posible que se espere a esta fecha para licitar el servicio de todo el municipio en un único paquete.