El alcalde de Pollença, Miquel Àngel March (Junts), negocia con la agrupación local del PI con el objetivo de evitar una moción de censura tras la ruptura con sus socios de gobierno de Unió Mollera Pollencina (UMP). Hasta ahora Junts gobernaba con UMP y el apoyo externo de Alternativa.
Miquel Àngel March, Bartomeu Cifre Bennàssar, Miquel Àngel Sureda, Antoni Cànaves y Magdalena Seguí (todos de Junts) se reunieron el domingo con la presidenta de la agrupación local del PI, Margalida Cànaves, y la exregidora Teresa Ferrer (PI). La reunión no contó con el concejal del PI, Martí Roca, a quien informaron de la reunión con March a la vez que sus propios compañeros de partido le recomendaban no asistir.
La jugada de Junts es clave, y es que el voto de Roca es numéricamente imprescindible para que prospere una posible moción de censura contra Miquel Àngel March. El concejal Martí Roca (regidor por la Lliga la legislatura pasada) ha tenido numerosas discrepancias con su propia agrupación (integrada principalmente por exmilitantes de Convergència). Junts trata ahora de forzar la ruptura del PI de Pollença que podría acabar expulsando a su concejal si este no acata la decisión de la agrupación, a quien March confía en convencer para formar gobierno.
La Ley de Régimen Electoral establece que, en el caso de que se presente una moción de censura y uno de los concejales firmantes haya dejado de pertenecer «por cualquier causa» al grupo político municipal al que se adscribió al inicio de su mandato, no bastará la mayoría absoluta para que prospere la moción sino que será necesario un voto más. Si Roca abandonara el PI y pasara a ser regidor no adscrito, no bastaría su voto para impulsar una moción de censura contra March. Serían precisos 10 votos y Tots (6), UMP (1), PP (1) y PI (1) suman solo 9 frente a los 6 regidores de Junts (en el gobierno) y los 4 de Alternativa (apoyando desde la oposición).