La crisis de gobierno entre los socios de MÉS y el PSOE en Búger se agudiza. La alcaldesa Liniu Siquier y sus dos regidores, Catalina Guasp y Jaume Cladera se reunieron el martes con sus socios socialistas Rafel Capó y Pere Torrens en presencia de dirigentes autonómicos de ambos partidos para tratar de reconducir la situación.
Durante la reunión los socialistas condicionaron la continuidad del pacto local a la firma de un acuerdo de gobierno que la alcaldesa Siquier ya rechazó durante las negociaciones previas a la sesión de investidura del pasado mes de junio.
El citado documento garantiza que ambas partes tengan un control importante sobre las decisiones que toman sus socios en sus funciones de gobierno.
Cabe recordar que el origen de la actual crisis del gobierno local radica en la imposibilidad de cerrar un acuerdo que permita aprobar los presupuestos. El principal punto de discrepancia es la inclusión de una partida económica para la compra de un solar que permita instalar un sistema que ponga fin a los problemas de agua del municipio. Los socialistas desconfían de esta compra ante la sospecha de que pueda beneficiar al exalcalde del PSM, Pere Perelló, cuestión que Siquier niega tajantemente.
La desconfianza y las malas relaciones entre los socios arrancaron antes incluso de comenzar formalmente la legislatura. Todas las negociaciones fueron infructuosas y el pacto se firmó ‘in extremis' cinco minutos antes de la investidura. Descontentos con la actuación de sus socios (el relevo en la Alcaldía está previsto para diciembre de 2017) los socialistas amenazan ahora con romper si la alcaldesa no firma el documento que ya rechazó en junio. Liniu Siquier responderá formalmente a los socialistas el próximo 16 de septiembre. «Mi intención es poder trabajar cómodamente y tener la confianza de los socios», aseguró.