Santa Margalida se convirtió este domingo por la noche en un estallido de devoción y pasión durante la procesión de la Beata. Eran las nueve en punto y los fuegos artificiales lanzados desde Ca ses Monges dieron el pistoletazo de salida a la celebración «más típica de Mallorca», a la que acudieron miles de personas que admiraron y participaron en la procesión, que transcurrió sin incidentes destacables.
Alrededor de 120 personas representaron diferentes personajes religiosos (monjas, santos, ángeles, etcétera) en las doce carrozas que recuerdan la vida de Sor Catalina Tomàs y que desfilaron intercaladas entre cientos de parejas de payeses que guardaban con gran tesón las preciadas gerres. Los picarols de los demonios no pararon de sonar durante toda la procesión, mientras que las colles de payeses entonaban la canción «Sor Tomasseta on sou, ja vos podeu amagar, perque el dimoni vos cerca, dins un pou vos vol tirar».
Las bandas de música de Montuïri, Petra, Algaida y Porreres, además de varias colles de xeremiers, también interpretaban la conocida canción.
Las carrozas que forman la procesión merecen un capítulo aparte. Los miembros de la organización dedican días y semanas a preparar todos los detalles de las carrozas, aunque las que despiertan más devoción entre los vecinos de Santa Margalida son la de la Flor de Mallorca y la de la Glorificación.
El momento más esperado de la procesión de la Beata es cuando el Dimoni Gros, encarnado por Joan Bauzà, rompe la primera gerra ante la Beata, este año representada por la joven Catalina Font, y el palco de autoridades, que se pone en pie. Desde este momento, cuatro diablos son los encargados de romper todas las gerres que han robado a los payeses y que lanzan a los pies de la Beata, que aguanta con mirada impasible. Al final de la procesión se lleva a cabo la trencadissa final, un momento muy especial por los vecinos de Santa Margalida.
Como no podía ser de otra manera, la clase política estuvo representada en la procesión de la Beata. La presidenta del Govern, Francina Armengol; la presidenta del Parlament, Chelo Huertas; la consellera de Territori del Consell, Mercedes Garrido; la consellera de Serveis Socials del Govern, Fina Santiago; el presidente del PI y diputado, Josep Melià, varios representantes del PP, como Joan Rotger, Biel Company, Sebastià Sagreras y Margalida Prohens, y algunos alcaldes (pocos) acompañaron a las autoridades locales, encabezadas por el alcalde Martí Torres.