El grueso de los cerca de quince mil participantes, muchos de ellos jóvenes, que no se han retirado durante la madrugada de la Marxa des Güell a Lluc a peu ha llegado al monasterio enclavado en plena Serra de Tramuntana con las primeras luces del domingo, tras un mínimo de ocho horas de caminata por las carreteras de media Mallorca.
Lo han hecho sin que se hayan tenido que lamentar problemas ni incidentes de relevancia; solo algunas ampollas en pies y los lógicos dolores en las extremidades inferiores de quien completa un recorrido de 48 kilómetros.
Así, quien lo ha precisado, ha sido atendido convenientemente en los distintos puntos de atención médica distribuidos por la ruta, así como por los voluntarios de Protección Civil movilizados para la ocasión.
Este año, como novedad, cabe decir que algunos osados se han permitido el lujo de retransmitir su experiencia en directo a través de Periscope.
El buen ambiente ha sido la tónica y no ha decaído en todo el recorrido, aunque el humor de los participantes no fuera el mismo en el punto de partida, que a medio camino o ascendiendo ya las primeras cuestas de la emblemática montaña.
Ya el domingo por la mañana el Consell de Mallorca, la entidad que finalmente impulsó la celebración de la marcha, animaba a través de las redes «als que encara esteu en marxa en aquest des Güell a Lluc a peu 2016. Molta força per arribar al santuari».
El último autocar de vuelta con participantes ha partido de Escorca a las 11.00 horas. Momentos antes ha tenido lugar la tradicional ofrenda floral a la Virgen.