Centenares de vehículos acuden a diario a la costa de Santanyí atraídos por sus aguas cristalinas. Pero el problema ahora está en las manos del Ajuntament de Santanyí que ve cómo pese a intentar regular la zona de del Caló des Moro y de s'Almonia dando a las calles un único sentido de circulación, delimitando zonas amarillas para prohibir el estacionamiento y con la aplicación de más de 429 multas durante estos meses de verano, no se alcanza una solución al abarrotamiento de estos enclaves.
El pasado mes de mayo el Ajuntament realizó una consulta urbanística al Consell de Mallorca para estudiar la posibilidad de crear un aparcamiento en la zona.
La intención del Consistorio santanyiner sería adquirir una parcela en la zona y conseguir el interés general del Consell para poder utilizarla como aparcamiento.
Llorenç Galmés, alcalde de Santanyí, concreta en tres los problemas existentes en la zona. «Las dificultades que tienen los vecinos para acceder a sus viviendas; el problema para acceder dificulta la llegada de bomberos o ambulancias si fuese necesario y en tercer lugar la invasión de zonas privadas».