El primer teniente de alcalde de Barcelona, Gerardo Pisarello, y la concejal del distrito de Nou Barris, Janet Sanz, han descubierto este martes la placa de la nueva plaza de la República, antes plaza Llucmajor, poniendo en relieve los valores republicanos y criticando a la monarquía por ser una «anomalía» en la democracia. En el momento en el que se anunció el cambio de nombre desde el Ajuntament de Llucmajor indicaron que no se sentían «ni satisfechos, ni ofendidos».
Pisarello ha celebrado en declaraciones a los periodistas que Barcelona es ahora la primera gran ciudad del Estado en tener una plaza de la República, y ha defendido los valores republicanos de libertad, igualdad y fraternidad, también entre pueblos, «valores que no han perdido su sentido, sino que están más vigentes que nunca».
Ha destacado el peso simbólico de haber descubierto la placa este martes, un día después de cumplirse 80 años del inicio de la Guerra Civil y el mismo en el que debían empezar también en 1936 las Olimpiadas Populares en Barcelona, que se organizaron como alternativa a los Juegos Olímpicos «impulsados por el nazismo en Alemania».
«Queremos recordar a todos los hombres y mujeres que se jugaron la vida resistiendo ese golpe criminal, y nos parece importante recordarlo este martes», ha dicho Pisarello, que ha señalado que el lunes celebraron actos de conmemoración del inicio de la Guerra Civil y de la resistencia que generó.
Ha resaltado que han descubierto la placa el mismo día en el que el Ayuntamiento ha ordenado el cese de actividades de la liberaría Europa, situada en el barrio de Gràcia y dedicada a la difusión de ideología nazi, porque «no puede existir en una Barcelona republicana que apuesta por la paz y la tolerancia».
«Estamos construyendo día a día el republicanismo del futuro», ha asegurado, y ha dicho que una ciudad con estos valores apuesta por el cooperativismo y la solidaridad y no cierra los ojos ante los refugiados, en palabras de Pisarello, que ha sostenido que Barcelona ya deslumbró al mundo con iniciativas como las Olimpiadas Populares.
Demanda vecinal
Sanz ha resaltado que, con el cambio de nombre de la plaza, dan cumplimiento a una demanda vecinal por memoria y dignidad hacia el recuerdo de las personas que defendieron los valores de igualdad, libertad y fraternidad: «Es un acto de justicia a todo este trabajo y compromiso».
Ha celebrado que Barcelona tenga un espacio en homenaje a la República y que sea en Nou Barris, en la plaza en la que se sitúa la estatua a la República, que se ha ubicado en diversos espacios durante las últimas décadas: «Ha dado muchas vueltas, decidimos que se quedara en el distrito y cambiamos el nombre, algo que nos llena de mucha felicidad».
La también teniente de alcalde ha coincidido en señalar que se trata de un día y un acto muy simbólico que forma parte de la recuperación de la memoria de quienes lucharon por una república, y ha apostado por «construir esta nueva república en la ciudad» algo que sólo es posible con el esfuerzo y la tenacidad de los vecinos, según ella.
Desde la Taula Unitària per la República de Nou Barris, Pep Ortiz ha destacado que se trata de un día muy especial, y ha avisado: «Siempre nos han dicho que tenemos que olvidar. Podemos perdonar, pero no olvidamos ni olvidaremos. Olvidar es tener todas las posibilidades de repetirlo».
Ortiz ha defendido que, desde Nou Barris, trabajan por la república y sus valores, y ha criticado que no entiende que «porque una persona sea hija de un rey, sea rey. Nuestros hijos tienen los mismos derechos y deberían poder ser primer ministro».
Al acto han asistido más de una cincuentena de ciudadanos --algunos de ellos con banderas republicanas--, que han aplaudido el cambio de nombre, han gritado 'Viva la República' junto a los tenientes de alcalde y han entonado canciones como el 'Canto a la libertad' de José Antonio Labordeta.