Los payeses de varias zonas de Sóller, sobretodo los del sector más próximo al Port –como Can Tamany y Son Llempaies–, están alarmados. Estos días han notado como algunos de los pozos de la zona, «que nunca se habían secado», se han quedado sin agua después de experimentar una repentina bajada de «más de 10 metros».
La falta de lluvias durante el pasado otoño y el descenso de precipitaciones desde enero ha provocado que los niveles freáticos no se hayan recuperado y que los manantiales principales no manen con su caudal habitual, reducido hasta en un 50%.
En cuanto al suministro de la red pública de agua potable, de momento no se han planteado restricciones ni limitaciones de usos aunque para este mismo martes está prevista una reunión entre la empresa municipal de aguas y el Ajuntament que entre otros temas va a tratar de tomar las primeras medidas, «de momento recomendaciones, información y concienciación», han puntualizado fuentes de la empresa.
La última vez que en Sóller hubo cortes de agua por sequía fue en el 2000.