La celebración del 50 aniversario de la embarcación ‘Calobra', la primera golondrina que desde Sóller hizo la famosa excursión hasta este pequeño puerto de la Vall, se convirtió este viernes en un gran evento social al que acudieron más de 350 invitados.
Los asistentes, entre los que había una amplia representación del mundillo turístico, empresarial y político de la Isla, y también del conjunto de la sociedad sollerica, puso de manifiesto un reconocimiento a la emprendeduría y al éxito empresarial de la familia Mayol Mundó, propietarios de la embarcación fletada por su abuelo -Juan Mayol Capapuig- y de la empresa de excursiones marítimas Barcos Azules.
Invitados
Los invitados fueron recibidos personalmente por el presidente de la sociedad anónima Barcos Azules, Santiago Mayol, acompañado de casi toda la familia anfitriona. Montserrat Mundó, madre de Javier Mayol (ya fallecido), Óscar, Santiago, Carmen y Antonio, todos ellos socios de la empresa familiar, junto con Tomás y Teresa, hijos de Javier, y de sus respectivas parejas e hijos, no se cansaron de saludar a los invitados que los felicitaban. «Han sido muchos años de trabajo» comentaba satisfecha Montserrat Mundó.
Después, los invitados subieron a bordo de las cuatro embarcaciones para contemplar la puesta de sol desde fuera de la bahía. Al regreso, y antes de cortar la tarta de cumpleaños, Santiago Mayol tuvo palabras de agradecimiento y relató brevemente la historia de la empresa. También intervinieron el primer patrón del Calobra, Jaume Ensenyat y el alcalde de Sóller, Jaume Servera.
Entre los numerosos invitados estaban los alcaldes de Deià, Fornalutx y Escorca, Magdalena López, Antoni Aguiló y Antoni Solivellas. También acudieron a la cita la consellera insular de Medi Ambient, Sandra Espeja; el director general de Puertos del Govern, Francesc Xavier Ramis, la presidenta de la Caeb, Carmen Planas o el fiscal superior de Balears Tomeu Barceló, entre otros muchos.