El Ajuntament de Sóller valoró este miércoles positivamente el resultado de la celebración del Firó y de la limitación del aforo a la plaza Constitució durante la batalla final, lo que ocasionó que centenares de jóvenes –más de 1.000 según algunas fuentes del propio Consistorio– no pudieran acceder al espacio de la plaza donde se celebraba el Firó.
La concejala de Fiestas, Laura Celià, admitió que el aspecto más negativo de la fiesta fue «la gran cantidad de gente que parecía haber venido solamente para practicar el botellón y que se congregó antes del simulacro final en la carretera del Desvío o en el solar del polideportivo». Este «público» fue el que poco antes de iniciarse el simulacro intentó acceder al lugar donde se celebraba y se encontró con los controles. Para Celià, «el dispositivo funcionó correctamente, ya que la plaza ya estaba llena, y que no entrara más gente de la que cabía era el objetivo del sistema de las pulseras para el público». Sin embargo, admite que «algunos de los accesos se vieron desbordados por lo que, de cara a posteriores ediciones, deberíamos contar con más personal para el control, algo que debemos estudiar a partir de ahora».
Celià cree que «resultará muy difícil evitar que venga este día gente a Sóller solamente para practicar el botellón, pero intentaremos trabajar desde hoy mismo a nivel de ordenanzas municipales para al menos limitarlo». Actualmente no existe una ordenanza que regule este aspecto en Sóller. Además, algunas de las zonas donde el día de la fiesta se generalizó esta práctica no son de competencia municipal.