La mala gestión del Ajuntament de Calvià acabó este viernes con 21 trabajadores del servicio de recaudación en la calle. Todo esto se remonta al año 2014, cuando se inició el proceso para la adjudicación.
A finales de la anterior legislatura, cuando apenas faltaban diez días para las elecciones, el Consistorio decidió dejar la decisión al nuevo equipo de gobierno que surgiera de los comicios. Finalmente, en diciembre de 2015 se tomó una decisión, pero los tribunales sentenciaron que el proceso no fue válido y debía repetirse.
La adjudicataria que ha llevado a cabo el servicio era Balear de Datos y Procesos SAU, y realizó las tareas de recaudación a lo largo de los últimos 36 años. Este viernes fue su último día. Ahora, después de apenas dos semanas de preparación, será el mismo Ajuntament el que asuma directamente las funciones, internalizando el servicio a causa del fin de la prórroga concedida a la adjudicataria actual.
En el último pleno, celebrado el pasado jueves, la oposición forzó al equipo de gobierno a aceptar la creación de una comisión de investigación sobre el procedimiento de adjudicación del servicio de recaudación municipal. Aunque la iniciativa partió de Ciudadanos, finalmente la moción la presentó esta formación de forma conjunta con Esquerra Oberta. Tras el debate, la propuesta fue aprobada por unanimidad. La moción pide que se investiguen las numerosas irregularidades detectadas tanto en la anterior legislatura, con un Consistorio del PP, como en la actual, con un gobierno municipal del PSOE y Si Se Puede Calvià.