Con motivo de la Fiesta del Primero de Mayo, el Ajuntament de Binissalem pondrá en marcha un plan de acción «contra el consumo indebido de bebidas en la vía pública».
El objetivo del Consistorio binissalemer es «poner fin a las malas prácticas que se vienen reproduciendo en las últimas ediciones de la festividad».
Por este motivo «se han elaborado pautas especiales para la ocasión, que contempla la regulación del botellón que se produce a lo largo de ese día».
Las sanciones previstas llegan hasta los 750 euros por botellón. Además, se aumentará la presencia policial en el municipio, llegando a un total de 10 efectivos, y se instalarán controles en algunas entradas del pueblo.
«Estas acciones pretenden ser un primer avance de las iniciativas que se impulsarán para luchar contra el botellón durante la próxima Vermada», informan desde el Consistorio.