En pleno conflicto con la Policía Local, el Ajuntament de Santa Margalida admitió este lunes por boca de su teniente de alcalde, Joan Monjo, que investiga a ciertos agentes. Se han abierto «diligencias previas secretas», manifestó Monjo en el pleno. Bajo el pretexto de que se trata de una actuación «secreta», Monjo declinó dar más información, si bien después del pleno aclaró que «no sé cómo acabarán».
Dos fuentes apuntaron a Ultima Hora que esta actuación estaría relacionada con la supuesta presión ejercida por algún agente a una funcionaria municipal para que priorizara la tramitación de una multa a un edil de Convergència, el partido político de Monjo. Ese regidor es Eugenio Garrido, y la infracción, el supuesto exceso de ocupación de la vía pública con mesas y sillas por parte de un restaurante de su propiedad. No obstante, Monjo aclaró luego que las diligencias «no tienen nada que ver» con el caso.
Durante el pleno, a raíz de las preguntas de Suma (oposición), Monjo aseguró que el número de sanciones impuestas por algunos «se ha disparado desde marzo», coincidiendo con el comienzo del conflicto entre el Consistorio y el cuerpo policial. El portavoz de Suma, Antoni Reus, le recordó al respecto que en el pleno de enero Monjo dijo que había ordenado sancionar a los coches mal aparcados en la plaza de la Vila.
El cuerpo de la Policía Local de Santa Margalida lo forman 35 policías locales.