Alcúdia batalla para impedir el almacenamiento a cielo abierto de residuos metálicos en su puerto comercial ante el temor de que el impacto visual de esta actividad pueda repercutir en su intensa actividad turística, centrados como están ahora en la promoción del turismo de cruceros.
Tal y como ocurrió con la importación de residuos la legislatura pasada, en esta ocasión, la memoria del proyecto de actividad justifica la elección del destino en el hecho de que en Palma causaría un mayor impacto al tratarse de un puerto altamente turístico. Alcúdia no ha tardado en reaccionar.
Se trata de utilizar una superficie ya existente de 2.000 metros cuadrados al aire libre para almacenar residuos metálicos férricos y no férricos, así como otros no peligrosos con la finalidad de su carga marítima mediante camiones. La actividad ya existe actualmente pero el Ajuntament asegura que no tuvo constancia hasta que la Comissió de Medi Ambient les advirtió sobre el asunto en enero de 2015 antes de decidir si durante la tramitación de renovación de la autorización debe estar sujeto o no a evaluación de impacto ambiental. El Ajuntament de Alcúdia teme un mayor repunte de esta actividad y le preocupa las molestias por ruidos y la posible contaminación de las aguas pluviales que se prevén recoger y conducir a la red. Además del impacto visual que supone para los turistas que llegan en cruceros.