En tiempos de dura sequía Alcúdia dispone de la red de reutilización de agua terciaria más ambiciosa de la Isla. Conectada para suministrar agua depurada a 15.000 plazas hoteleras, la infraestructura costó 1,5 millones de euros. Nunca ha llegado a funcionar.
El problema radica en que no se tuvo en cuenta el alto nivel de sal en el agua que imposibilita legalmente su comercialización e incluso impide que el agua se regale con una finalidad de ahorro.
El proyecto de conexión de la planta hotelera de Alcúdia a la depuradora terciaria fue pionero en Mallorca hace ahora ocho años. Tenía un coste total de 4,5 millones de euros de los que la primera fase (1,5 millones) se financió a través de los fondos del Plan E.
El Ajuntament de Alcúdia quiere ahora realizar un diagnóstico adecuado del caso para comenzar a invertir en la reducción del volumen de sal con el objetivo de que la red pueda estar operativa a partir del verano de 2017. Así lo explicó ayer el regidor de la Empresa Municipal de Servicios de Alcúdia (EMSA), Domingo Bonnín.