La comunidad educativa de Bunyola se moviliza para conseguir un nuevo colegio en el municipio.
Madres y padres de alumnos del colegio Mestre Colom de Bunyola, el equipo directivo, representantes del Claustro, la regidora de Educación y Cultura del Ajuntament de Bunyola, Agustina Vilaret, y representantes de la APIMA hacen piña y han convocado para este sábado una manifestación que arrancará a las cuatro de la tarde de la plaza y se dirigirá hasta el edificio del mercado, donde pedirán a los Reyes Magos un nuevo centro escolar.
No es una novedad, sino una vieja reivindicación. Como explican los impulsores de esta convocatoria, se trata de un equipamiento que les corresponden por ley. «Las instalaciones del colegio actual son tan antiguas que no están adaptadas a personas con discapacidad, está lleno de escaleras y obstáculos que limitan seriamente a algunos alumnos y que condicionan la distribución del espacio de toda la escuela». Fruto de las ampliaciones que se han realizado a lo largo de los años para adaptar la escuela a las necesidades reales, «el alumnado está repartido en varios edificios, cuando llueve los alumnos de Infantil no pueden evitar mojarse para poder llegar hasta el comedor. También la conectividad a Internet es muy deficitaria», añaden los padres.
La comunicad educativa de Bunyola pide una escuela integrada, que incluya desde educación Infantil hasta la ESO que cumpla las normativas de accesibilidad y seguridad.
Una de las deficiencias del colegio de Bunyola que más angustia a las familias es su ubicación en una calle estrecha, que podría «convertirse en una ratonera en caso de que hubiera un suceso grave», explica David, uno de los padres. «No tiene accesos adecuados. El camión de los bomberos no podría acceder en caso de incendio, la circulación de vehículos para poder acompañar los niños a la escuela es muy difícil y siempre exponemos a nuestros niños ante el peligro de circular entre coches y con muy poco espacio», añaden.
La propuesta que defienden padres y madres, profesores y alumnos consiste en provechar las instalaciones deportivas municipales y un terreno que facilitaría el Ayuntamiento, así como poder aprovechar los fondos del Govern que se han aceptado para la reforma de la escuela vieja.
La manifestación de este sábado será el inicio de la campaña que han titulado "Una escola nova per a Bunyola" y los manifestantes acudirán vestidos con unas sudaderas rojas que se han confeccionado para la ocasión.
Paralelamente, han creado una comisión de Escola Nova (escuela nueva), donde han surgido grupos de trabajo que se han encargado de tareas como la recogida de firmas, el diseño de un logo y la venta de camisetas con el lema « Ara toca Bunyola! Volem escola nova!».