El número total de inspecciones en los establecimientos de ocio turístico en Magaluf ha bajado un 14 por ciento durante el primer verano ‘post mamading'.
Ni la aprobación de la ordenanza contra el pub crawling (excursiones etílicas), ni el incremento de la presencia policial en la calle Punta Ballena, ni la polémica mediática desatada por los concursos de felaciones que se celebraban en algunos locales nocturnos de la zona se han traducido en un mayor control de estas empresas y de la actividad que desarrollan.
En lo tocante al control de accesos y horarios de cierre, las inspecciones han decrecido esta temporada en un 61 por ciento. Mientras que las sonometrías (control de límites sonoros y decibelios) han caído un 46 por ciento en comparación al verano de 2014.
Desde el Ajuntament de Calvià califican estos resultados de «positivos», en la medida en que «el incremento policial ha permitido una acción más informativa y disuasoria en la zona». Cabe recordar que el número de agentes de la Policía Local que han trabajado codo con codo con la Unidad Nocturna se ha incrementado con ocho agentes de jueves a domingo, y con seis el resto de días. Asimismo, las mismas fuentes municipales también atribuyen la reducción en el número de actas «a una mayor concienciación e implicación de los empresarios a la hora de cumplir las ordenanzas municipales».