El Ajuntament de Son Servera ha impulsado un moderno proyecto para renovar el emblemático mirador de la Costa dels Pins, aprovechar todo su potencial e incrementar la seguridad de los visitantes. Los candados colgados por las parejas de enamorados, desde hace casi una década, han hecho su efecto en la barandilla que hoy se encuentra en mal estado.
La actuación que asciende a casi 110.000 euros, consiste en adaptar un nuevo espacio que servirá para mejorar el entorno y la oferta turística del municipio. La sociedad le ha dado un valor de lugar de encuentro y recuerdo. «Es un balcón al Mediterráneo y por ello hay que explotar toda su belleza», explicaba el regidor d'Urbanisme, Antoni Servera.
Así se gana espacio desde el talud. Se crea un primer límite, un banco de hormigón que dará seguridad a los vehículos y que sirve para estar o sentarse. Un poco más abajo de la cota de asfalto se hará una plataforma de madera suspendida sobre una estructura metálica donde habrá otro banco de hormigón prefabricado y la barandilla de protección, donde se conservarán una parte de los candados.
«Con la disposición de niveles se tendrán unos efectos paisajísticos muy interesantes. Da la sensación de estar volando. Se podrá ver el mar y el horizonte sin obstáculos, Pretendemos que sea un espacio de contemplación al mar, tranquilo y a resguardo de los coches», concluía el responsable de Urbanismo.